Trump planea declarar emergencia nacional para deportaciones masivas con el uso de militares

El presidente electo de EE.UU. confirma que movilizará tropas para ejecutar su propuesta de expulsión de migrantes irregulares, en lo que califica como la "mayor operación de deportación" de la historia.

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Camila Lazo

11/19/20242 min read

Donald Trump, el presidente electo de los Estados Unidos, ha confirmado sus intenciones de declarar un estado de emergencia nacional para poder movilizar a las Fuerzas Armadas y llevar a cabo lo que ha calificado como "la mayor operación de deportación" en la historia del país. A través de una publicación en las redes sociales, Trump respaldó la información difundida por Tom Fitton, activista conservador, que reveló que la administración entrante ya tiene planes para usar recursos militares en la expulsión de aproximadamente 11 millones de migrantes irregulares en Estados Unidos.

Trump ha sido enfático en su discurso sobre la inmigración, prometiendo iniciar las deportaciones masivas tan pronto como asuma el cargo el 20 de enero. Asegura que comenzará con la expulsión de criminales y amenazas a la seguridad nacional, aunque no ha descartado deportar a familias enteras. En este contexto, la Guardia Nacional, que tradicionalmente actúa en situaciones de emergencia y desastre, podría ser activada para la tarea, aunque Trump ha afirmado que, de ser necesario, recurrirá directamente al Ejército.

Sin embargo, expertos legales y migratorios han expresado dudas sobre la viabilidad de esta propuesta. Aaron Reichlin-Melnick, del Consejo Americano de Inmigración, ha señalado que la ley estadounidense solo permite declarar un estado de emergencia bajo circunstancias muy específicas, y no para la aplicación de políticas migratorias. Además, la movilización del ejército para las deportaciones violaría principios fundamentales sobre el uso de las fuerzas armadas en tareas internas.

La propuesta de Trump también podría tener un alto costo económico, tanto en términos de los recursos necesarios para las deportaciones masivas como en la posible escasez de mano de obra en sectores clave como la agricultura, que depende en gran medida de los migrantes. Según estimaciones, la deportación de un millón de personas al año podría costar a la economía estadounidense hasta 900.000 millones de dólares en los próximos diez años.

A medida que el nuevo gobierno se prepara para asumir el poder, la controversia sobre la política migratoria de Trump sigue siendo uno de los temas más divisivos, con fuertes reacciones tanto dentro de EE.UU. como a nivel internacional.